martes, 20 de noviembre de 2012

INDIVIDUO TÓXICO

Individuo tóxico

¿Cuántos no conocemos a alguno?. Sí, seguro que sí, generalmente es fácil distinguirlo, por sus gestos, por su forma de responder a un simple ¿Qué tal?. Para él todo está mal, todo es catástrofe, y su misión es transmitirte esta forma de pensar y de ver el mundo. El individuo tóxico tratará de de engañarte, incluso sonriéndote, es la falsa sonrisa del que sabe, que en breve, va a cobrar una nueva pieza, pronto comprobarás que la expresión de su cara no tiene nada que ver con sus palabras, en el momento que capte tu atención comenzará su trabajo… tratará de absorber tu entusiasmo, tu felicidad, tu esperanza, en resumen, tu energía positiva, y ya en su interior, la transformará en energía negativa, es una fotosíntesis inversa, a ti te va a cortar cualquier iniciativa y él quedará satisfecho durante unos minutos. Pero el individuo tóxico es muy voraz, necesita alimentarse continuamente de restar bienestar a los demás, de ganar adeptos a su causa y pronto buscará otra víctima, fundamentalmente porque la energía negativa que genera tan solo le aporta vacío. Si al principio no logras detectarlo, después de un encuentro con él no tendrás dudas.
 El verdadero peligro se da cuando comienza a mutar en Troyano tóxico, es decir, consigue meterse en tu mente y logra pervivir en ti. Cuando sus palabras siguen resonando en tus pensamientos, incluso te condicionan y modifican tu conducta.
Para defendernos, en un supuesto cuerpo a cuerpo, esgrimiremos nuestra mejor sonrisa, emplearemos frases positivas, incluso haremos referencia a alguna cualidad que tenga el Individuo (por difícil que sea descubrirla, seguro que alguna tiene), esto le va a desconcertar, no está acostumbrado y no podrá desplegar sus artes, al mismo tiempo le estaremos ayudando a romper el bucle de retroalimentación negativa que él mismo ha creado a su alrededor.

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