Nuestros pensamientos nos transforman, condicionan nuestra conducta, incluso nuestro humor... son capaces de dotarnos de la plasticidad suficiente, para hacer que nos sobrepongamos rápidamente de una trajedia (resiliencia), o de aguarnos la mejor de las ocasiones, y no dejarnos saborearla. La situación, el problema, el reto, es el mismo, solo que nuestros pensamientos nos despejarán el camino o levantarán muros para no dejarnos avanzar. Tienes el poder de escoger y lo usarás a tu favor.
Echa de tu mente cualquier pensamiento negativo y libérate de ese peso, da a tu mente la fluidez y el frescor que necesita y deja que las ideas positivas fluyan, entre otras cosas bajará tu nivel de estress, y aumentará tu sensación de bienestar, fisiológicamente, tendrá su reflejo en la disminución de los indices de cortisol.
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